sábado, 19 de noviembre de 2011

Cronicas de Eleriem. Capitulo 3 (1)

Tal y como avisamos, en vez de colgar esos caps kilométricos cada mucho, voy a ir subiendo lo que salga cada poco. Mi intención es que sea una vez cada dos semanas. Pero es eso, una intención. no lo deis por seguro. Aunque... ¿Hay alguien que siga leyendo esto? XD


El viento azotaba el rostro del humano y su montura, que desde el aire apenas eran un punto que se deslizaba sobre las arenas cambiantes del desierto. Pero eso no les detenía. Ya llevaban tres días viajando sin parar, apenas deteniéndose unos minutos para comer y descansar un poco. A Gro, un panverlatien acostumbrado a volar con los vientos huracanados de las Montañas de los Avismos como si fueran simples brisas de verano, empezaban a dolerle las alas.  Por todos los Dioses ¿Por qué los humanos no podían vivir todos juntos? Así todo sería mucho más sencillo, se defenderían mejor, no tendrían tantos problemas de comunicación, y la vida sería mucho más sencilla para todos. ¡Pero no! ¡Tenían que construir la sede de los Aventureros y ciudad-estado de Anmren-la a un lado de las Grandes Dunas y los Reinos al otro! Y encima no tenía donde colgarse para dormir ¿Podía ser más dura la vida?

Batió con fuerza las alas para impulsarse y llegar a mayor altura. Al menos, el sol indispensable para que funcionara su metabolismo lo tenía a raudales. Algo que nunca le había dicho a su compañero humano, era que comía por gusto. Con sol suficiente la comida se le hacia completamente innecesaria. Pero, demonios, es que la cocina humana estaba deliciosa.
Gro sonrió al ver una franja verde en el horizonte. ¡Por fin un oasis en el que poder descansar! Ya podía imaginarse colgado de una de esas famosas palmeras, mecido por la cálida brisa. Descendió casi en picado para decírselo al Aventurero.

—¡Jason! —vociferó mientras planeaba a varios metros sobre su cabeza.

El humano alzó la cabeza para mirarle a través del aire cargado de arena, señal de que le había oído.

—¡Oasis!

—¡¿A cuanto Gro?! —intentó hacerse oír el Aventurero.

—¡Medio día a marchas forzadas!

Jason alzó la mano para hacerle ver que le había entendido y volvió a inclinarse sobre el caballo, forzándole a ir más deprisa. El panverlatien siguió volando relativamente bajo, en la zona de la atmósfera donde las corrientes de aire eran más fuertes. Así podría acelerar sin tanto esfuerzo.

Gro estaba preocupado. Jason llevaba viajando desde que había redirigido toda la magia de la antigua sede de los Aventureros, ni si quiera había descansado unas horas antes de ponerse en marcha, y no digamos ya durante el viaje. Cierto que era extraordinario, y que cualquiera que le mirara no advertiría más síntoma de cansancio que unas profundas ojeras. Pero él podía ver, y sentir, que su magia, su energía, era más débil de lo habitual y fluía por su cuerpo con lentitud. Puede ser que su mente y su alma fueran extraordinarios, pero su cuerpo seguía siendo el de un frágil ser humano, por mucho que utilizara la magia para aumentar sus capacidades. Y ahora no debía usar la magia. No era, desde luego, que no pudiese, pero las consecuencias podrían ser desastrosas para su frágil cuerpo humano. El panverlatien sintió una tierna sensación de protección hacia su compañero de aventuras, sabiéndole demasiado cabezota, orgulloso y obstinado para aceptar que no estuviera completamente en forma. De todos modos, no esperaba que se encontrasen con nada peligroso, y aunque algún ser que habitara en las arenas consiguiera escaparse de su vista y tratara atacar a Jason, con o sin magia, ninguno de los dos era un recién nacido indefenso.

Llegaron al oasis un par de horas antes de que anocheciera. Gro descendió complacido y plegó las alas a su espalda, mientras estiraba los brazos. Poco después llegó Jason a caballo, que desmonto y dejó que su montura acudiera a beber del manantial que fluía desde la roca, mientras el montaba un improvisado campamento. Aquello calmó un poco a su compañero. Al menos aquella noche parecía que iban a descansar.

El panverlatien se envolvió satisfecho en sus propias alas, colgado boca abajo de una gigantesca palmera. Cerró los ojos en cuanto el sol se fue y las sombras se adueñaron del mundo, reptando y colándose por cada resquicio. Y con ellas, el frió. Incluso la débil luz de las estrellas parecía más fría y distante que nunca, a pesar de la nitidez de estas. El aire estaba quieto, demasiado. Como si un gigantesco ser contuviera la respiración. Pero Gro no estaba para aquellos detalles que le hubieran puesto en guardia. Tenía sueño, estaba cansado, era de noche y tenía un buen sitio para colgarse. ¿Qué más se necesitaba para dormir? Además, Jason estaba tumbado con la espalda apoyada en el tronco, con una hoguera cerca para ahuyentar a las posibles alimañas que quisieran acercarse y que disipaba un poco el frió. ¿Qué podía pasar porque descansaran un poco?

Pero el Cazador no era tan inconsciente. Llevaba muchos años persiguiendo delincuentes y malhechores de todo tipo y calaña. Sabía cuando estaba siendo observado. Sabía cuando había peligro. Lo sentía en algún lugar cercano al estomago. Muchos decían que era un tipo de magia secreta. Pero solo era el instinto animal que reside dentro de cualquier hombre. Así que también cerró los ojos y permitió que su cuerpo se relajara, pero no durmió. Solo escuchó, solo se concentró en sentir, con la mano sobre la empuñadura de su espada. No debía usar la magia ahora, así que dependía de la fuerza y la técnica.

No era un problema.

Pero... ¿Dónde estaba? ¿Quién les observaba? No lograba localizarle. Y lo más importante ¿Qué era? No, no... Calma. Tenía que estar calmado. Mantener bajo control su respiración y sus pulsaciones. Fingir que dormía. Dejar que se acercara. Allí estaba... deslizándose suavemente entre la arena, casi sin hacer ruido, como una sombra. ¿Qué era...? No oía pisadas de ningún tipo, solo la fricción de la arena contra una piel fina y suave. ¿Una serpiente gigante?
No, su respiración no era la de una serpiente. Se parecía mucho a la de un humano. ¿Un humano con piel de serpiente? Una palabra acudió a su mente.

Serpens

Los temibles hombre serpiente. Su mano afianzó un poco más el agarre al que sometía a la empuñadura de la espada mientras la criatura le rodeaba deslizándose bajo la arena. Solo estaba recorriendo la zona, investigándoles. Averiguando cuales eran sus intenciones. Lo sintió pasar a su lado, apenas deslizando la arena de la superficie. Era poco probable que les atacara. Solo era un explorador.
Abrió los ojos y dirigió la mirada a la arena bajo la cual se escondía aquella criatura.

—¿Naeh, sei sasst nehu´sahsen?

Lo que, en el idioma de los serpens vendría a significar "¿Amigo, podrías dejar de esconderte y dar la cara?" o algo por el estilo. Ese idioma no era su fuerte.

Vale, tal vez no era lo más cortes del mundo. Pero él era un hombre de acción, no un diplomático. Fingir lo contrario si que podría ser peligroso y provocar que les atacaran.

La arena se elevo a escasos metros enfrente de él, dejando ver el brillo de dos ojos amarillos y reptilianos.

—Hablo Común, no esss necesssario que usssesss el idioma de mi pueblo, humano. —Se oyó una voz aguda y siseante, mientras en la arena asomaba una lengua bífida.

—Eso lo facilitará todo ¿No crees? —contestó Jason acomodándose bajo el árbol y arropándose más en su abrigo. Eso sí, sin soltar la espada en ningún momento.

—¿Por qué invades nuestro territorio, humano? —Volvió a preguntar la siseante voz —Losss humanosss no podeísss passsar por aquí, sssalvo que tengaísss un sssalvoconducto. ¿Cualesss ssson tusss intencionesss?

—Cierto, los humanos no podemos pasar por aquí... —hizo una pequeña pausa, como si pensara —Excepto.... que seamos Aventureros. ¿Me equivoco?

—Losss Aventurerosss han sssido dessstruidosss, Anmren-la ha caído —aseguró el hombre serpiente con frialdad.

Jason tuvo que hacer un esfuerzo por no desenvainar inmediatamente y cortarle la cabeza a aquella criatura en ese mismo instante. Tal vez pudiera aliarse con aquella especie, pero para ello tenía que controlarse.

—Sí, los Aventureros hemos sido derrotados, pero no destruidos. Mientras al menos quede uno de nosotros seguiremos luchando —cóntesto reprimiendo su colera.

—¿Quieresss atacarme? —preguntó el serpens escéptico.

—No. Lo que quiero es matarte —admitió el Cazador—. Pero eso solo me perjudicaría en estos momentos ¿No te parece?

—Inteligente.... para ssser un primate.

—Eso es como si yo dijera que eres inteligente para ser una culebra —comentó Jason sin achantarse.

Le complació el siseo airado de su interlocutor. Bien, parecía que estaban en igualdad de condiciones. Oyó a su compañero de viaje moverse un poco, para luego envolverse mejor entre sus alas. Los dos interlocutores desviaron su atención unos instantes para mirarle,  pero enseguida volvieron a centrarla el uno en el otro. El Aventurero sintió unas rítmicas vibraciones a través de las yemas de los dedos que tenía apoyados en el suelo. Aunque al llevar guantes no podía saber tan solo así que lo producía o que significaba. Después se dio cuenta de que la arena se movía levemente unos dos metros detrás de la cabeza del explorador Serpens. Así que era eso.

—¿Cuánto tardará en llegar el mensaje a tus superiores, culebra? —preguntó calmadamente, mientras con la mano que no agarraba la espada se encasquetaba un poco mas el sombrero como si se dispusiera a dormir.

Reprimió una sonrisa al oír otro siseo de ira mal contenida. Sabía que eso podía acarrearle problemas más adelante, pero no le importaba. Pasara lo que pasara, él iba a salir adelante. Cerró los ojos con tranquilidad, sabiendo que no le atacaría. No aún, al menos.

Y sí lo hacia peor para él.

Oyó como la arena se deslizaba y sintió una sombra interponerse entre el fuego y él. Abrió un ojo. El Serpens se había puesto en pie, por decirlo de alguna manera. Su cuerpo alargado y cubierto de escamas se alzaba hasta sobrepasar el metro ochenta de altura, y su poderosa cola, aún semi-enterrada en la arena, le servía de apoyo.
Sus fuertes brazos estaban cruzados sobre el amplio pecho, en un gesto de superioridad. Sus ojos amarillos de pupila vertical le observaban con un brillo frió, y su hocico de serpiente estaba arrugado, enseñándole los colmillos llenos de veneno en un gesto de desprecio.

—¿Y bien? —inquirió el Aventurero, suponiendo acertadamente que ya le habían transmitido la respuesta.

—Dessspierta a tu acompañante, humano —siseó a modo de respuesta—. Nos vamos para que comprueben si realmente eres un Aventurero.

—Pues vale.

Jason se puso en pie, sin soltar en ningún momento su espada. Levantó la cabeza para mirar al durmiente ser que estaba colgado en la palmera. ¿Le despertaba o no le despertaba? Soltó un bufido y le dio una patada al árbol, haciendo que toda la planta temblara y el panverlatien cayera al suelo quedando en una postura imposible para un ser humano.

—Arriba, Gro. Vamos de paseo.

El monstruo puso pucheros.

—¿De paseo? Si no llevamos ni dos horas descansando... es de... —se interrumpió en el momento en que sus ojos rojos se toparon con los amarillentos del serpens.

Jason sintió ganas de reirse al ver la cara de disgusto de ambas criaturas al observarse. Gro se puso en pie, metiéndose una mano entre la ropa, donde escondía una daga alargada, y su cadena que tenia en cada extremo una hoja de guadaña atada a la cintura.
La criatura reptiliana soltó un siseo de desagrado, antes de pegar su cuerpo a la arena, cruzando las manos tras la espalda y poniéndose a reptar a gran velocidad. Gro gruñó y alzó el vuelo, y Jason se vio obligado a montar en el caballo para seguirles el ritmo.













Bueno con permiso de Destr y para añadir una tira comica en base a un comentario que puse antes sobre el mismo capitulo edito esto. He de decir que los personajes están totalmente caricaturizados en base a las descripciones y que no son exactamente a como se muestran en la tira.

Saludos



8 comentarios:

  1. Yo lo sigo leyendo xDD varias veces porque lo he corregido además, y espero que no haya quedado ninguna falta de ortografía, o al menos no haya ninguna grabe que provoque que las esferas oculares escapen de las cuencas y la sangre empiece a manar como cascadas de estas mientras el humano en cuestión se retuerce de dolor ante el monitor. Ahora lejos de todo esto que he escrito y que no es más que una forma cómica o desagradable de empezar un comentario, creo que debería comentar el capitulo que no lo he hecho. ^_^

    En primer lugar o ese caballo tiene la crin de Sansón o ya al final del capitulo va reventado y se va a morir en plena marcha, que esos bichos tienen que descansar. Jason debería plantearse cambiar de montura y dejar al caballo tranquilo que tendrá yegua y potrillos que mantener a base de alfalfa... vale esto sigue sin ser relevante T.T, perdona. La narración del capitulo la he visto bien la verdad no tengo nada malo que decir de eso, y de los diálogos mucho menos porque me han encantado. Están muy acertados, al igual que la escena final cuando los ojos de Gro se cruzan con los del parvelatian 8¿Lo he escrito bien?), me ha sacado una sonrisa ante el monitor, que es el equiparable a que me ria a carcajadas cuando hay gente en mi casa. No quiero que me tomen por loca xD

    Si es cierto que he echado en falta algo de acción por parte de Jason, aunque en el capitulo siguiente siempre podría bajar de pronto del caballo, montar a "lomos" del serpens y decir: ¡Arre culebra! antes de que se lie la de dios entre ellos, pero se que no pasará... y... y... creo que no hay más que comentar, era cortito, está todo muy bien y me ha gustado mucho, espero más con avidez ^^

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  2. Tengo que admitir, que la tira es un descojone... que es que hasta podría pasar por el carácter de Jason XDD

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  3. Hay tensión en el ambiente, cuando se encuentran aventurero y Serpent... Pero claro, Serpent es un mariquita que cree antes en la ley que en otra cosa

    Asco de diplomacia.

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  4. ¿por qué al final del texto Jason pasa a llamarse James?

    da igual... me encanta vuestra historia :3

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  5. @Elena. Una errata XD En principio iba a llamarse James en vez de Jason, y de vez en cuando todavía me sale el otro nombre por escribir a toda prisa. Y bueno, se paso al corregirlo. Muchas gracias por avisar, ahora lo cambio ^^

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  6. ¿Serpent? Yo que creía que tendrías más imaginación... xD pero bueno, eso ya te lo recriminé por msn, así como las recurrentes faltas ortográficas. Pero no está mal la cosa, añadimos una subtrama para empezar a darle chicha y movimiento a la historia. ¡Siga con esto leñe!

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    1. Si me lo pide así... tendré que seguirla señor oscuro.

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